viernes, 5 de diciembre de 2014

"Los detectives Salvajes" ¿Qué hay detrás de la ventana?

La obra de Bolaño, sin duda alguna, ha sido uno de los grandiosos aportes a la literatura chilena e hispanoamericana, entre sus novelas más reconocidas figuran Estrella distante, Una novelita Lumpen, La pista de hielo, La literatura Nazi en América, Amberes, Nocturno de Chile, 2666 entre otras destacadas. Sin embargo, si hay una novela que caracteriza la esencia de la escritura de Bolaño, aquella que hace converger los más profundos sentimientos y ambiciones literarias del autor, esa novela es Los detectives salvajes (1998); considerada por muchos como su obre cumbre, ganadora del Premio Herralde de Novela, dicha novela significa la connotación del escritor dentro del universo literario local y global. Los detectives salvajes consta de tres partes: Mexicanos perdidos en México (1975); Los detectives salvajes (1976 – 1996) y Los desiertos de Sonora (1976). En el relato se narran las aventuras, en primera instancia, de Juan García Madero, un joven estudiante sin padres que se encuentra con los Real Visceralistas, un grupo de poetas bohemios que buscan el renacer de la poesía mexicana y latinoamericana. Arturo Belano, alter ego de Roberto Bolaño (nombre inspirado en el poeta Arthur Rimbaud, gran influencia para el autor) figura posteriormente como el protagonista de la novela, en conjunto con su amigo de origen peruano Ulises Lima, personificación del poeta Mario Santiago, amigo íntimo en la vida real de Bolaño. Las constantes aventuras de ambos personajes trascienden a lo largo de México, pero también en otras instancias geográficas a lo largo del globo. Los personajes figuran en una constante búsqueda de Cesárea Tinajero, fundadora de su grupo poético Real Visceralistas, sin duda una personalidad importante para el desarrollo de la obra, ya que ésta se observa como la madre de un movimiento un tanto olvidado en el tiempo, que ellos intentan hacer trascender hasta el final de sus existencias. Resulta interesante la presencia femenina de Cesárea, sin embargo ¿Cuál es la finalidad de la búsqueda? ¿En qué quedan los intentos de búsqueda de los protagonistas? ¿Cuál es el rol de la mujer en la novela? Son interrogantes que nos gustaría descifrar por medio del presente artículo; la figura femenina en cuanto a género es una constante transversal en la obra y en la vida del autor.


Si bien el relato de cuenta de la acción de los personajes Belano y Lima para dar con el paradero de Cesárea Tinajero, a lo largo de este se mencionan constantemente mujeres; las hermanas Font (María y Angélica), por ejemplo, o la misma Lupe, una prostituta amiga de los Real Visceralistas, de la cual Juan García Madero se enamora. La presencia femenina es una piedra angular en el desarrollo de la obra, ya que forman una parte importante del grupo: el amor también es un elemento al que constantemente Bolaño acude. ¿Podríamos decir que las féminas que aparecen en la obra son, en cierto aspecto, partes mínimas desfragmentadas componentes de la personalidad mayor, Cesárea Tinajero? No es una pregunta fácil de responder, pero sí se puede jugar con aquello y determinar que la presencia de dichas mujeres sí es importante en la apreciación masculina de la literatura. Si bien ninguna de las mencionadas adopta un papel importante dentro del grupo en cuanto a su aporte literario (salvo Xóchitl, una Real Visceralista que consigue trabajo como escritora), sí son importantes al momento de influir en la decisiones de los personajes; de García Madero y de Belano, por lo bajo. Belano, joven enamorado, es el gran protagonista de la parte de Los Detectives Salvajes; el relato transcurre siempre a su deriva y los personajes entrevistados dan pistas enigmáticas acerca de su paradero. Belano va de un lugar hacia otro vagando, viajando sin rumbo, lo cual deja en evidencia la intención que tiene Bolaño acerca del viaje y de las aventuras en su construcción literaria, en su ideario narrativo. El viaje se liga a la presencia femenina, por otra parte, y concluye con el encuentro con Cesárea Tinajero, aquella poeta que en los años veinte formó el grupo de los Real Visceralistas y que trascendió hasta los años noventa, cuando finalmente es encontrada. No cabe duda de la presencia femenina, entonces, resulta fundamental en la vida del escritor y en su novela.

“Cesárea estaba en el medio y la reconocimos de inmediato. Vista de espaldas, inclinada sobre la artesa, Cesárea no tenía nada de poética. Parecía una roca o un elefante. Sus nalgas eran enormes y se movían al ritmo que sus brazos, dos troncos de roble imprimían al restregado y enjuagado de la ropa” (Bolaño 638). La imagen de Cesárea, como lo muestra la anterior cita a la novela, no era nada de poética, al contrario como la pensaron los protagonistas, su aspecto tosco iba en contra de cualquier idea o precepto de belleza convencional. ¿Cuál era la intención de Bolaño al presentar a la madre del movimiento Real Visceralista de esa forma? Si bien podría, prejuiciosamente, pensar la imagen de una madre tal como se le vio a Cesárea; descuidada físicamente por el trabajo, por ejemplo, esto no es un motivo suficiente para justificar su aspecto físico. Más allá de lo que significa un mal aspecto, Bolaño recurre a este recurso para plantearnos que la madre de la poesía mexicana no debe ser necesariamente bella de aspecto; el aspecto es el reflejo de lo desgastado de la vida, de lo tosco que aveces puede resultar la existencia y, por sobre todo, la poesía. La poesía no es el reflejo siempre de lo bello, de lo moralmente correcto, o de lo hermoso que puede resultar la existencia; al contrario, para el autor y su alter ego Arturo Belano, la poesía significa viajes, dolor y sufrimiento, pesares amorosos y desalientos constantes; la vida es poesía, la existencia es poesía y la vida no es para nada fácil ni bella siempre. Cesárea, como figura femenina, es la contraparte de la belleza que convencionalmente se conoce, no por nada al final de la novela muere de forma tan ingrata luego de una búsqueda tan exhaustiva por parte de Belano y Lima, lo cual nos muestra lo efímero de los momentos, lo fugaz de los acontecimientos que tanto esperamos. ¿Cuántos años bastaron para dar con el paradero de la madre Cesárea Tinajero? Muchos, demasiados, pero ¿Cuántos segundos bastaron para tirar a la basura tantos años de búsqueda? Muy pocos, lo que tarda una bala en entrar a las entrañas de un cuerpo; eso es la poesía.



La muerte de Cesárea Tinajero al final de la novela nos deja un gusto amargo, ya que no se sabe con exactitud acerca de su obra literaria, salvo por unos cuantos poemas cuyos vestigios se asoman en un cuaderno rescatado por García Madero ¿Qué hay detrás de la ventana? ¿Realmente no hay nada tras la ventana? La búsqueda insaciable de la poeta deja entrever la dificultad por alcanzar aquella poesía que se perdió en Latinoamérica; más allá de establecer a Cesárea Tinajero como la versión femenina de Octavio Paz, reconocido poeta mexicano del siglo XX, se establece su búsqueda como un constante encuentro con los orígenes de la misma originalidad de la escritura del autor en su instancia en México “la búsqueda de Cesárea Tinajero nos permite vislumbrar la crítica reflexiva de Roberto Bolaño sobre la literatura. Los personajes Lima y Belano persiguen uno de los posibles orígenes de la poesía moderna mexicana, el que está representado con el real visceralismo, que si bien es una creación del autor, tiene su fundamento en las poéticas vanguardistas mexicanas del siglo XX” (Brito 1). Al mismo tiempo, la presencia de García Madero como el “último de los Real Visceralistas” nos deja la sensación de que es capaz de seguir la senda de los ya olvidados poetas en base a los escritos de Cesárea con los que finalmente se queda el joven ¿Es la poesía, en base a esto, una alusión recursiva de los movimientos literarios universales? ¿Es un ciclo que no acaba nunca? ¿Es la vanguardia la verdadera y constante salida en la literatura? Sin duda, la novela nos permite interrogarnos al respecto, ya que Bolaño, si bien nunca fue asiduo a las vanguardias (ver entrevista), sí tenía la intención de generar una visión distinta respecto a la poesía y a la literatura; la novela deja muchos enigmas al final, en su desenlace, sin embargo, lo que queda para la imaginación va en cada uno de los lectores que llevan consigo el espíritu Real Visceralista, que llevan consigo la lectura apasionada de Roberto Bolaño.

Por Víctor Orellana Ruiz, Santiago 2014.

Bibliografía:

Bolaño, Roberto. Los detectives salvajes. Barcelona: Colección Compactos Anagrama. 2001

Brito, Cristian. Los detectives salvajes, El Fascinante mundo de Bolaño. Revista Crítica en http://critica.cl/literatura/los-detectives-salvajes-el-fascinante-mundo-de-bolano Acceso el 04 de Diciembre de 2014


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